Entrevistas libreras: Ofelia Grande

Pedro González (Librería Hipérbole de Ibiza), nuestro librero más dicharachero, entrevista a Ofelia Grande, editora de Ediciones Siruela y Alevosía sobre el momento del sector, la vocación y los libros.

Los Libreros Recomiendan: En estos últimos años han cerrado muchas librerías y el resto nos mantenemos en un difícil equilibrio. Por otro lado, hay una inercia que hace que las librerías de barrio, véase por ejemplo EE.UU, están aguantando mucho mejor que las grandes cadenas. Existe aún en parte del sector la idea de no creer que las librerías sean la solución a la crisis. ¿Cómo puedes explicar el trabajo que Siruela realiza con las librerías, esa colaboración mutua que algunos aún se resisten a admitir?

Ofelia Grande: Yo no creo que en el sector exista la idea de que las librerías no sean una parte fundamental del proceso de salir de la crisis, más bien al contrario. Lo que sí creo que pasa es que, dada la dimensión de la crisis de nuestro sector, estamos todos, editores y libreros, buscando soluciones rápidas que nos ayuden a ir sobreviviendo hasta que “pase algo”. Quizás no sea una buena política, sería probablemente mejor estar buscando soluciones y estrategia de futuro, pero los problemas son tan acuciantes y tan inmediatos que el solucionar problemas de ahora mismo nos impide muchas veces ver los problemas a medio plazo.

Por nuestra parte siempre hemos tratado de tener una relación cercana con los libreros y, aunque la relación económica viene intermediada por los distribuidores, sí que con muchas librerías tenemos una relación muy personal y organizamos actos, presentaciones, encuentros con autores, campañas temáticas o para un libro en concreto… Este trabajo es fundamental como también lo es para nosotros que el librero nos escuche, podamos presentarle y explicarle nuestros libros y pueda él también expresarnos su opinión sobre los libros, portadas, campañas, etc. Para nosotros es fundamental que el librero tenga presencia de nuestros libros y que haya una interlocución que nos pueda beneficiar a todos.

LLR: Un chico que tuve en prácticas en mi librería, me comentó que no leía demasiado. Un día le dije que abriese “El Barón Rampante” por la última página y leyese el final. No voy a poder olvidar aquel momento. El chico me miro y me dijo- ¿Cómo se puede publicar tanta basura existiendo un libro como este? Yo haría una librería donde solo se vendiese “El Barón Rampante”-. ¿Cuál es la política de Siruela a la hora de publicar un libro, que reflexión se hace?

O.G.: Son muchos los factores que tratamos de tener en cuenta antes de decidir publicar un libro. Por un lado, y dependiendo de la colección a la que vaya dirigido, si tiene encaje en la línea de esa colección en concreto. Después, por supuesto, que sea un libro que tenga calidad y “acompañe” bien a los otros libros del catálogo. El concepto de “calidad” no es fácil de definir, ni siquiera es igual para todos los lectores porque depende mucho de la exigencia y el nivel lector de cada uno ni tampoco responde necesariamente a esa opinión que algunos tienen de que lo difícil es bueno y lo fácil es malo. Los editores, en realidad, tampoco lo sabemos, hay una parte importante que tiene que ver con la experiencia y con el gusto personal y piensas que has acertado cuando tu elección es compartida por los lectores y por la crítica. Hay libros con los que se acierta más que con otros, con algunos aciertas con la crítica, con otros aciertas con las ventas, con otros, lamentablemente ni con la crítica ni con las ventas y, algunas veces, aciertas con la crítica y con las ventas. Este último es el sueño de cualquier editor. No es sólo vender mucho, es vender mucho de un libro que crees que merece la pena haber dado a conocer.

Hay un último factor que hay que tener en cuenta y, lamentablemente, en tiempos tan difíciles es cada vez un factor más importante y es el de las posibilidades comerciales de un libro en concreto. Esto no funciona igual en una editorial que en otra: en muchas editoriales vender 2.000 ejemplares lo podemos considerar un éxito mientras que otras necesitan vender 5.000 sólo para cubrir los costes que ese libro ha generado. Este factor no funciona tanto para publicar cosas que no te gustan sólo por el hecho de que creas que pueden vender sino más en el sentido contrario: para dejar de publicar cosas que, aunque te gusten, crees que no tienen posibilidad alguna de vender, al menos en este momento. Ahora mismo hay libros que tienen que esperar su momento… Y, si somos honestos con nosotros mismos, en realidad, cuando un libro ha vendido 387 ejemplares y no ha tenido una sólo crítica (ni positiva ni negativa), por mucho que te guste tienes que rendirte ante la evidencia de que es un libro que no ha gustado ni ha interesado a nadie. No quiere decir que sea malo o que tengas que lamentar haberlo publicado si es un libro que te entusiasma, sino que tienes que asumir que, en esta ocasión, tu elección no ha sido compartida y este es un lujo que no te puedes permitir demasiadas veces.

LLR: Tawni O’Dell y sus “Caminos Ocultos”, en mi opinión uno de los libros más importantes de los últimos años de Siruela. Quien no lo haya leído ya está tardando ¿Cómo fue su descubrimiento?

O.G.: Pues, como pasa en muchas ocasiones con hallazgos importantes, fue fruto de la casualidad. Fue una recomendación en una cena de una profesora americana de escritura creativa. Hizo una lista de los 10 libros que, en su opinión, eran novedades importantes, algunas muy poco conocidas, de ese año en Estados Unidos (era el año 2000). Bastantes años después apareció esa lista en una carpeta en Siruela. Algunos de esos libros ya se habían publicado en España por otras editoriales y todos ellos habían sido muy bien acogidos por la crítica y los lectores. Caminos Ocultos no había sido publicado y decidimos leerlo. Nos perturbó y nos entusiasmó a las tres personas de la editorial que lo leímos y decidimos publicarlo. A nosotros también nos parece un libro de esos que merece la pena, de los que te genera “orgullo de editor”, así como el siguiente de Tawni O ´Dell, La fiebre del carbón, que acabamos de publicar. Ojalá muchas más personas lo leyeran, es un libro extraordinario. Algo hemos hecho mal con él porque ha vendido muy poco y, sin embargo, todo el que lo ha leído coincide en que es uno de esos libros que dejan huella.

LLR: ¿Cómo describirías el panorama editorial actual? Son muchas las editoriales que están luchando por hacerse un hueco.

O.G.: Siempre ha habido muchas editoriales aunque, quizás, en los últimos años hay muchas editoriales pequeñas que están teniendo una relevancia especial: más presencia en los medios de comunicación, más presencia también en la librería, más visibilidad y mejor acogida entre los lectores. También en los últimos años el sector está cada vez más polarizado (si es que esta es la palabra), los grandes grupos son cada vez más grandes concentrando más sellos editoriales y, en el otro extremo siguen surgiendo nuevas editoriales pequeñas, muchas de ellas unipersonales. Es un fenómeno que nos acerca más a un modelo de sector editorial más anglosajón donde ya casi no existen editoriales medianas…

LLR: No sé si es una sensación mía, pero en este sentido, ¿no crees que el chico se está comiendo al grande? ¿Que en la actualidad las pequeñas editoriales realizan un trabajo de vital importancia para la salud del libro, recogiendo el testigo de editoriales como Siruela o Acantilado?

O.G.: Hay varias editoriales pequeñas y medianas haciendo un trabajo editorial extraordinario tanto en narrativa para adultos (como por ejemplo Asteroide o el resto de las editoriales del grupo Contexto) como infantil (Kókinos, por poner sólo un ejemplo). Todas ellas, efectivamente, hacen un trabajo importantísimo para la salud del libro, una apuesta cultural muy importante. Pero no se trata de que el chico se esté comiendo al grande, creo yo, sino de que están cumpliendo papeles diferentes y esto es muy sano en una industria como la nuestra porque garantiza la diversidad y da a lector, que, en definitiva es el “punto de mira” de todos nosotros, una capacidad para poder elegir entre una oferta más grande y más diversa.

LLR: Para terminar: ¿Un libro del catálogo de Siruela?

O.G.: Pues, ya que hemos hablado antes de él, no puedo dejar de recomendar “Caminos Ocultos” de Tawni O´Dell. Es un libro extraordinario, con personajes de esos que se recuerdan mucho tiempo.

LLR: ¿Un momento del día para leer?

O.G.: Como soy madrugadora, me gusta leer temprano, sobre todo en verano, antes de que se haya levantado el resto de la familia.

LLR: Un clásico y un moderno.

O.G.: Mi clásico preferido es Cumbres Borrascosas y, como moderno, no puedo perder la oportunidad de recomendar otro que hemos publicado recientemente y no querríamos que pasara inadvertido. Es la primera novela de un joven autor norteamericano, Wiley Cash, y se titula, Una tierra más amable que el hogar.

 LLR: Muchas gracias, Ofelia.