"Recuerdos durmientes", de Patrick Modiano

Recuerdos durmientes

Recuerdos durmientes

Modiano, Patrick

ISBN

978-84-339-8012-0

Editorial

Editorial Anagrama

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Entre los siete mil millones de seres humanos que aproximadamente, según Naciones Unidas, habitan hoy este contradictorio planeta nuestro, sólo uno es capaz de escribir los libros de Patrick Modiano, y ésa es una impresión menos obvia o boba de lo que pudiera parecer en un primer momento, pues lo que queremos decir es que los libros de Modiano parecen sencillos, a veces superficiales, hechos con nada… y sin embargo nadie sabría imitarlos con éxito. Sus prestigiosas narraciones son leves, sí, pero también indagadoras, son directas pero también extrañamente poéticas, están escritas con una prosa casi impersonal que, sin embargo, esconde claramente galerías ocultas y se nos presentan de forma directa pero rebosantes de misterios más o menos declarados. Casi todos sus libros son, al cabo, relatos de fantasmas, y remiten a un pasado, invariablemente parisino, con tantos enigmas como los pasillos de las pirámides del Valle de los Reyes, en ese Egipto que también fue francés.
“A veces, me gustaría dar marcha atrás y volver a vivir todos esos años mejor de lo que los viví”, leímos en Un pedigrí, la primera novela de Modiano que publicó Anagrama, y eso es algo en lo que se insiste por extenso ahora y que en realidad se ha ido insinuando a lo largo de esa línea novelística de Modiano que ensaya una particularísima autoficción, y en la que parece querer espantar espectros personales, saldar cuentas pendientes consigo mismo, atar cabos sueltos. Hay otra veta en su obra que es más histórica, y, aunque afectó a personas tan cercanas como sus padres, habla más bien de los años de la Ocupación alemana o incluso de antes, de modo que las novelas de esa vertiente exploran situaciones o retratan personajes no con la memoria sino con la reconstrucción histórica o, más frecuentemente, con la imaginación literaria, completando con la ficción lo que los documentos (o, mejor, su ausencia) callarán o disfrazarán por siempre. “Nadie se acuerda de nada”, se leía en Dora Bruder (acaso, en general, la novela más perfecta de Modiano), pero aquí está la literatura para desquitarnos un poco.
Recuerdos durmientes (que se publica simultáneamente a la obra teatral Nuestros comienzos en la vida y a Lacombe Lucien, un guión de cine escrito junto a Louis Malle, todo traducido por María Teresa Gallego Urrutia) es una novela que comienza de un modo amable y va derivando hacia confidencias valientes, por serias. No vamos a desvelar nada, pero Modiano (o su trasunto literario) despacha en este libro lo que, técnicamente, pudo ser complicidad en un asesinato de 1965, y aunque la participación del narrador (o del personaje) fue puramente conjetural, y por supuesto a posteriori, “sin comerlo ni beberlo”, las consecuencias o los riesgos son suficientes como para que el Premio Nobel de 2014 todavía escriba sobre ello con cautela (o, hábilmente, lo finja). Los personajes, en un apunte genial, “hablan con puntos suspensivos” sobre el ¿accidente?, o se habla de ciudadanos que van “andando al lado de su vida”… Sin humor, pero con tino, con finura, con elegancia inimitable, Modiano nos cuenta que “durante mucho tiempo estuve convencido de que los encuentros de verdad sólo podían tener lugar en la calle”, y sus novelas son un monumento a esa certeza. Callejeras y epifánicas, cotidianas pero inextricables, urbanas pero secretamente salvajes, las narraciones de Modiano funcionan ya como un plano literario de París que pudiera superponerse al París real, a escala 1/1 pero mejorándolo, embelleciéndolo o, por lo menos, haciéndolo más interesante, más seductor, más mágico.
Librería Canaima (Las Palmas de Gran Canaria)

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