Javier Marías

La muerte de Javier Marías (Madrid, 1951-2022) implica el final de una de las obras más rotundamente importantes de la literatura española de las últimas décadas. Sus novelas, sus cuentos, sus artículos, sus semblanzas, sus columnas y sus traducciones conforman una comarca simbólica de una fuerza extraordinaria, marcada a fuego por la particular personalidad de […]

Por en Escritores

La muerte de Javier Marías (Madrid, 1951-2022) implica el final de una de las obras más rotundamente importantes de la literatura española de las últimas décadas. Sus novelas, sus cuentos, sus artículos, sus semblanzas, sus columnas y sus traducciones conforman una comarca simbólica de una fuerza extraordinaria, marcada a fuego por la particular personalidad de Marías, por sus obsesiones, sus fijaciones y su mirada. Una mirada que, sin ser en absoluto ajeno a una Historia que introdujo a menudo en sus textos, y sobre la que meditó largamente, ante todo le hizo entregarse a la imaginación, a una ficción neta que, en libros como Todas las almas, flirteó con la propia experiencia personal del autor. Ese experimento con la “autoficción”, culminado años después en la memorable Negra espalda del tiempo, convirtió a Marías en un pionero en España en lo que respecta a esa opción narrativa, de la que después se desentendió totalmente.

Javier Marías era el escritor español más conocido, leído y valorado fuera de nuestras fronteras, el más traducido y más prestigioso, y también, por otra parte, uno de los más polémicos, uno de los más constantes en arremeter contra todo lo que no le gustaba y de los más insistentes en denunciar determinadas amenazas contemporáneas, tal vez más estúpidas que peligrosas o, mejor, muy peligrosas por ser tan estúpidas.

En su editorial, Reino de Redonda, fue publicando una especie de canon de la literatura que más le gustaba, recuperó algún antiguo título propio y rescató varias de sus traducciones. Su adicción por la literatura e incluso por los libros (una adicción, en todo caso, muy crítica, muy vigilante, muy exigente…) eran el reflejo de su carácter, el de un hombre que siempre vivió con pie y medio en las nieblas de la ficción, fantaseando con personajes y situaciones, solapando y tejiendo esas tramas que, novela a novela, título a título, lo han convertido en el novelista español de referencia de las últimas décadas, el más atendido, el más tenido en cuenta.

 

Juan Marqués para Las librerías Recomiendan