"El invierno de mi desazón" de John Steinbeck

El invierno de mi desazón

El invierno de mi desazón

Steinbeck, John

ISBN

978-84-17281-76-2

Editorial

Nórdica Libros

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He de reconocer que siento cierta preferencia por la literatura clásica europea frente a la norteamericana, quizá por la cercanía geográfica –una siempre puede coger un avión para visitar la casa de Balzac en París, conocer los pubs en los que Dickens se refugiaba, pasear por el Dublín de Joyce, mucho menos costoso que visitar otro continente–, o quizá es que he crecido con ella desde muy pequeña, el caso es que siempre me ha proporcionado un placer enorme su lectura. El pragmatismo de la literatura estadounidense me deja a veces fría, aunque a pesar de ello hay algunos autores de allá que cuento entre mis preferidos. John Steinbeck es uno de ellos.
Vivimos en los tiempos de la prisa y la inmediatez, en donde lo que triunfa no son valores tales como la generosidad, la empatía, la humildad, tan necesarios y tan presentes en sus novelas, sino otros a todas luces más prosaicos pero cuyo reconocimiento social lamentablemente está en alza.
Autores como Steinbeck suponen una mirada al hombre como individuo, con todas sus contradicciones y defectos, pero también con todo lo que tiene de sublime y maravilloso. Los lectores de Las uvas de la ira o De ratones y hombres entenderán lo que digo, no es posible hablar con mayor delicadeza y elegancia de la pobreza, el hambre, y los olvidados de la sociedad, confiriéndoles a su vez ese poso inmenso de dignidad. En El invierno de mi desazón los protagonistas no son ellos, los desposeídos; en esta novela, la última que escribió el autor, los protagonistas pertenecen a la clase media norteamericana. El tema es bien distinto. El protagonista vive en un pueblecito costero de Estados Unidos, es un hombre honrado y trabajador, felizmente casado y con dos hijos, que ha visto como la fortuna de su familia, una de las más importantes del pueblo, desapareció de manos de su padre, dejándole a él, su hijo, convertido en un simple empleado de una tienda de alimentación. El individuo es un hombre honrado al que no dejan de rondarle la sensación de fracaso, de lo que su familia podría tener y no tiene, de la felicidad del ascenso social… A lo largo de la novela van apareciendo situaciones que ponen a prueba la honradez de este individuo, los negocios sucios, el engaño, la alianza con los poderosos, la posibilidad de una infidelidad, todo ello a pocos días de celebrarse la fiesta del 4 de julio, que es por antonomasia la celebración de la patria estadounidense y sus honorables principios de transparencia y libertad…
La novela (escrita en 1961) pretende mostrarnos cómo la sociedad de entonces, aparentemente intachable, estaba sustentada en prácticas deleznables de todo tipo, al estilo de las que soportamos hoy día en cualquier sociedad avanzada (corruptelas, engaños, sobornos, etcétera), en donde el arte de triunfar no reside en el esfuerzo personal sino en la habilidad para disimular mejor que el de enfrente lo que no debe saberse. Según avanza la novela el protagonista empieza a plantearse muchas cosas ante la posibilidad vislumbrada de una mejor posición social. Los hechos se precipitan y el protagonista duda y se tambalea, estas dudas le acosan hasta el último instante de la novela.
Es cierto que no es una novela sencilla, quizá es recomendable haber tenido ya contacto con este autor a través de sus otras obras, pero sea como sea El invierno de mi desazón es una novela muy pertinente hoy día, da vértigo pensar que se escribió hace casi sesenta años y sin embargo podría haberse escrito antes de ayer… hay cosas que nunca cambian.
Ah, y por si hacen falta más argumentos, hoy mismo se cumplen cincuenta años de la muerte del autor, qué mejor excusa para acercarnos a su legado.
Afortunadamente hay en España un sector editorial que todavía valora los contenidos por encima de los beneficios a la hora de elegir títulos que editar.
Ester Vallejo, Librería Lex Nova (Madrid)

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