Ángela Segovia, proteger lo sagrado

Mi paese savaje es el quinto libro de poemas de Ángela Segovia, y también ese en el que, sin “ocurrencias” pero rebosante de hallazgos, sin ningún capricho pero hinchado de magia blanca, la poeta despliega y desarrolla definitivamente su alucinante mundo interior, su mirada privilegiada sobre una realidad que ella sabe enaltecer, enriquecer y calentar […]

Por en Premios Las Librerías Recomiendan

Mi paese savaje es el quinto libro de poemas de Ángela Segovia, y también ese en el que, sin “ocurrencias” pero rebosante de hallazgos, sin ningún capricho pero hinchado de magia blanca, la poeta despliega y desarrolla definitivamente su alucinante mundo interior, su mirada privilegiada sobre una realidad que ella sabe enaltecer, enriquecer y calentar con su libertad lingüística y formal.

Ángela Segovia nació en Las Navas del Marqués (Ávila) en 1987. Comenzó estudios de Publicidad en la Universidad Complutense de Madrid y publicó en 2007 su primer libro, ¿Te duele?, que sería galardonado en 2009 con el Premio Félix Grande de Poesía. Tras licenciarse en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, disfrutó de estancias en París, Perú y Chile. En 2013 vio la luz su segundo libro, de paso a la ya tan, y en 2015 el Ayuntamiento de Madrid le concedió una de sus becas de creación en la Residencia de Estudiantes. En 2017 publicó, ya en La Uña Rota, La curva se volvió barricada, que mereció el Premio Nacional de Poesía Joven ‘Miguel Hernández’, concedido por el Ministerio de Cultura. Posteriormente ha publicado, siempre en La Uña Rota, Amor divino (2018), Pusieron debajo de mi mare un magüey (2020) y Mi paese salvaje (2022).

El jurado de los premios ‘Las Librerías Recomiendan’ 2021 ha decidido premiar Mi paese salvaje en la categoría de poesía “por su originalísima propuesta lingüística y por plantear una nueva espiritualidad, tan extraña como deudora de la mejor tradición poética. Libros como Mi paese salvaje hacen avanzar la poesía de un modo real, muy visible, pues su experimentalismo es tan revolucionario como constructivo, tan edificante como estimulante. Todo el libro está en tensión, no hay altibajos, pero contiene fragmentos literalmente emocionantes y va inventando ante los ojos del lector un nuevo idioma, nada caprichoso pero sí muy libre, que encandila y convence”.

En este libro, en efecto, Segovia logra brillar hasta extremos conmovedores, como en el siguiente tramo de un largo poema en prosa, a modo de rapsodia:

“[…] Sabe-Esposo-Que cuanto más te deseo-Menos tengo tu recuerdo-Sabe que sin embargo-Hay cosas que sí recuerdo-Recuerdo todas las cosas-Que alguna vez vimos juntos-Bóvedas y paredes-Me estallan ante los ojos-Con sus colores rosados-Y aquella niña dormida-Que iba tras la falena-Bajo la luz de una lámpara-Y la hierba que vibraba-A los pies de aquella tumba-Y después se evaporó-Y aquella farola-Que parecía la luna-Y la oscura sombra de dios-Que nos sorbió para dentro-Mi amor-Mi esposo-Sabe-Que nada de eso lo olvido-Aunque lo vea rugoso-Como cubierto de arena-Como si viene de lejos-Desde el futuro lejano-Cuando sólo haya desierto-En mi paese salvaje-Sabe-Esposo-Que lo agradezco de veras-Pero no obstante-Entre la arena te busco-Y en ningún grano te veo-Que es lo que yo querría-Volver a tocar tus ojos-Envueltos entre los aros-De tus ojeras oscuras-Y meterme por tu cuerpo-Y observar todo detalle-Aunque después se me olvide-Sabe-Esposo-Que aunque no escuche sonido-Sé bien lo que me advierten-Las hojas de las que hablo-Este es el final-Me dicen-Está hecho para ti-A tu medida-Sabe-Esposo-Que me arrepiento hasta el hueso-Por haber salido sola-Y no quedarme contigo-Pero una voz me llamaba-Y hasta aquí me ha traído-Sabe-Esposo-Que en el final de la espalda-Hay un hueso en forma cónica-Que tiene el nombre de Sacro-Es así porque es sagrado-Porque según se pensaba-A través de él resucitas-Sabe-Que me he sentado en el suelo-Y que protejo ese hueso-Para que no me lo quemen-Pero sabe también-Que el sacro se continúa-Entre las crestas de Ilión-Sabe-De este modo-Que en las largas extensiones-De este frondoso silencio-Ha llegado a parecerme-Que cuanto más me concentro-En proteger lo sagrado-Más se juntan los ilíacos-Y esto me hace pensar-En que heredamos de Troya-El ser vencidos por siempre- […]”…

Cualquier lector que ande atento a la actual poesía española sabe que no son nada frecuentes los libros donde se conjuguen de este modo el talento, la emoción y el experimentalismo. Entre los poetas españoles jóvenes es algo que en los tiempos recientes hemos podido disfrutar en los libros de Berta García Faet, Juan F. Rivero, Juan de Beatriz o Manuel Mata, nombres que, junto al de Ángela Segovia forman una avanzadilla reconfortante de autores que, con todo en contra y de espaldas a todas las tendencias, están manteniendo viva la llama de la mejor poesía, alimentando el fuego, haciendo que el sortilegio continúa.

 

Juan Marqués, ‘Las Librerías Recomiendan’